Isabel Allende

Isabel Allende.

Después de haber leído varias de sus creaciones, estamos de acuerdo en decir que posee un estilo particular y muy latino americano. Utiliza el realismo mágico en la mayoría de sus obras, dándole ideas de cotidianeidad y de pertenencia. Sus historias parten de la base del amor, la lucha, las diferencias de clases y estratos acentuando la opresión de las clases altas hacia los sectores del proletariado. Muchas de sus obras son situadas en tiempo y espacio de algún golpe de estado en países latino americanos, siempre marcando firmemente su postura hacia el movimiento, narrando las atrocidades y describiendo las situaciones desde diferentes puntos de vista, lo que hacen ricas y variadas sus creaciones. Es muy detallista a la hora de describir los personajes, acentuando siempre su carácter diferente a los demás y dándole características personales a cada uno. Los lugares donde transcurre la historia suelen sen inhóspitos y rara vez nombra la ubicación geográfica del mismo.

La escritora habla con mucho cariño y pertenencia hacia la tierra, sus diversidades, sus olores, aromas y sabores, los ricos paisajes de la misma, las creencias, los valores y las tradiciones como parte de su vida.

Es muy feminista, marcando a las mujeres como pilares de familia, dándole una gran importancia a la cocina, que como dice ella y otros escritores latino americanos, es donde transcurre la vida especialmente los primeros años. Cree en la fuerte importancia de los vínculos familiares, sobretodo entre mujeres o de madres a hijos, siendo éstas el primer contacto con el mundo. Es muy creyente del alma, siempre refleja en sus libros una vida espiritual después de la muerte, y por lo general, siempre incluye algún espíritu amigo en sus novelas.

El lenguaje que utiliza para escribir sus historias es poco complejo, aunque bastante variado. Sus historias suelen ser ficciones que se basan en vivencias contadas, de ella misma o sucesos cotidianos o históricos, siempre dándole su toque de invención y magia.